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La falta de protección de nuestros Ríos ante la invasión del llamado Pez Diablo o Limpia pecera afecta a todo el país

 


LA VEGA-.La Vega Ante la inminente desolación de los ecosistemas afectado por la presencia del llamado pez diablo, las autoridades no actúan para evitar la desaparición de nuestros peces nativos, los que están desapareciendo de manera lenta en los diferentes ecosistema hidráulico de todo el País en especial La Vega, donde esta especie invasora tiene connotada presencia, en el caso del Río Camu, el llamado pez diablo es ya mayoría a la tilapia del niño, y la tilapia local, conocida como Viejaca, este pez conocido por los pescadores y la Población Dominicana como Limpia Pecera, ya está poblando la cuenca completa del Río Yuna hasta su desembocadura en Sánchez.

El Pez Limpia Pecera, o Pez Diablo afecta los Canales de Riego y la presa de Rincón en La Vega. Donde sus canales llegan hasta la provincia Duarte, lo que ya está poniendo en peligro las especies que existen de manera muy precaria en todo esos ecosistemas, el Río Cenovi, en el distrito municipal de Cenovi hace que divina la provincia Duarte con La Vega, en la comunidad de Sabana Rey, afluente que era el sostén de familias de escasos recursos económicos quienes ahora se tienen que dedicar a otras labores que no sea la pesca.

Los daños que está provocando el pez diablo en todo el ecosistema del Río Camú

Quienes conocen el Río Camú saben que esté Río, era navegable hasta mediados del 1800, donde su ecosistema era muy amplio al existen varias especies endémicas las cuales ya se Extinguieron hace mucho años, otras nativas de la isla destacaban hasta el años 2004, ahora solo quedan alguna debido no solo a la presencia del Pez Diablo, También existe el Siluro Cabeza Plana o Pez Gato, combinación qué está destruyendo el Camarón criollo originario de esta Isla, al Igual que la anguila verde de agua dulce.

Junto a esta Realidad las actividades del ministerio de Medio Ambiente y recursos naturales no explica la causa de su inacción para combatir esta depredación que están haciendo las Dos especies que destruyen todos nuestros ecosistema, porque aún no cataloga está dos especies, donde están invirtiendo los recursos para salvar los ecosistema que son vitales, o las diferentes presas del país no están llenas de estos peces.

Historia del Pez Diablo en México

El pez diablo ha sido catalogado como «especie exótica invasora perfecta», por su increíble capacidad de adaptación y el daño ecológico que genera.

Como consecuencia de las precipitaciones cada vez más poderosas que azotan los trópicos, diversas especies invasoras se están estableciendo en los cuerpos de agua mexicanos. Quizá una de las más difíciles de combatir es el pez diablo, cada vez más común en los ríos y presas de México como consecuencia de las inundaciones extremas. Después de más de dos décadas de luchar contra la plaga, las autoridades locales todavía no logran ganar la batalla.

Cartílago, espinas y agresividad

El año pasado, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México alertó a la población aledaña a las áreas naturales protegidas en Coahuila sobre las medidas necesarias para controlar la llegada del pez diablo. Con generalmente 40 centímetros de longitud en la naturaleza, el Hypostomus plecostomus chupa las algas de las cuencas mexicanas. El mismo problema se ha detectado en Quintana Roo, al sureste del país, según medios locales.

Sólo en el estado de Quintana Roo, en colaboración con los pescadores de la localidad de La Unión, las autoridades lograron capturar 400 ejemplares de pez diablo en 2020. No han sido suficientes. En contraste, no existen cifras claras para el caso de la cuenca de Don Martín, al norte del país.

El problema radica en que esta especie, venida de países más australes en América Latina, aprovecha los recursos de los ecosistemas y desestabiliza el equilibrio que antaño existía en ellos. De esta manera, incide directamente en la cadena alimentaria de las cuencas y ríos.

Además de esto, tiene una capacidad impresionante de adaptación, lo que lo vuelve todavía más resistente a sus depredadores naturales.

En Santo Domingo es cuestión de trabajar en el control de esta «especie exótica invasora que cuenta con una morfología, fisiología y comportamiento acentúan su potencial para adueñarse de los ecosistemas en los que se instala. Hoy, otras especies como la tilapia son depredadas por el pez diablo, que les está dejando poco espacio para restablecer sus poblaciones de manera saludable.

El Pueblo tiene que adquirir educación en la preservación de todos los ecosistemas naturales.

En todo el valle de La Vega podemos observar como la población es parte de este problema el cual le está impactando de manera directa al poblar los Ríos con especies traído de otros países, y al contaminar las Rivera de sus espacios hidráulico con los desechos sólidos los animales son vertido de manera intencional.

De continuar el camino estás especies invasoras destruirán los ecosistemas y las autoridades continuarán en silencio ante está desgracia que afecta a las especies nativas en estos.

Por: Winston Hernández
@winstonnoticias


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